Resumen de la entrada anterior: estamos listos con nuestro disco ya sin las rayas originales, sólo que completamente lijado (lija muy fina, grado 2000 o mayor), últimos pases de la lija siempre radiales, del centro a la periferia.
Ahora viene la parte que requiere paciencia y algo de verdadero esfuerzo físico: pulir el disco. Para todo el proceso se puede aplicar la regla 20/80: reunir los materiales necesarios, adecuar el área de trabajo y lijar será en general quizá sólo el 20% de toda la reparación; pulir será el 80% restante.
Cabe mencionar que al menos en USA existen servicios comerciales de "resurfacing" de discos, y entiendo que cuestan sólo unos $3. Pero además de que me han pedido compartir detalles, escribo todo esto porque reparar un disco óptico rayado no sólo es realizable a mano, de hecho puede resultar muy satisfactorio precisamente lograr repararlo a mano.
Si de verdad le interesa intentar reparar a mano un disco óptico rayado, no intente de buenas a primera reparar ese disco mismo; le recomiendo que pruebe antes con una copia de otro disco cualquiera que esté en buen estado, preferiblemente un DVD (no un CD para saltarnos la delicadeza de la etiqueta). Un DVD requiere además un pulido un poco más fino que un CD, así que será un excelente entrenamiento. Haga una copia de un DVD cualquiera que le guste y que esté en buen estado, y luego haga un lijado fino completo de ese disco copia como expliqué en la entrada anterior. (Si quiere, raye primero esa copia deslizándola un par de veces sobre un piso rígido; así tendrá una meta específica en cuanto al lijado que requerirá). Después de rayado o lijado, verifique que de hecho ese disco copia no se reproduce bien, ya sea en algún punto de la película o en el contenido extra, mientras que el original sí se reproduce allí perfectamente.
La ventaja de usar un DVD para este entrenamiento es que es muy fácil "ver" cuando un DVD realmente quedó bien pulido: simplemente trate de ver la película completa otra vez, incluyendo navegar todo el menú, y ver todos los extras que tenga ese disco, especialmente extras que sean video y no galerías de fotos. Cualquier rayadura residual lo suficientemente grande o profunda será problemática para el láser y creará saltos molestos o interrupciones muy obvias durante el playback del video. Cuando el playback no genere nunca saltos, el pulido habrá sido exitoso, permitiendo siempre una buen lectura del láser. Un CD mal pulido también generará saltos en el sonido, pero esos saltos no necesariamente son tan fáciles de detectar dependiendo del audio base que esté ocurriendo en ese momento, o dependiendo del grado de atención auditiva que se preste durante toda la reproducción. Para los ojos será mucho más fácil detectar saltos o problemas en el video, incluso sin estar concentrado buscándolos. Por eso mejor este entrenamiento con un DVD. Esta práctica le permitirá verificar el esfuerzo que requiere el pulido, y todo esto con una copia, no un original. Así se familiarizará con todo el proceso antes de decidir tocar su preciado disco rayado original.
Continuamos entonces.
Paso 2: Pulido
Para pulir nuestro disco desgastaremos las irregularidades creadas con el lijado deslizando bajo presión partículas suficientemente pequeñas y abrasivas sobre su superficie. Esas pequeñas partículas son las que conseguimos en abrasivos como la pasta de dientes, o líquidos para pulir plata, como el Brasso o Poliboy para plata.
No se puede pulir simplemente aplicando un líquido o pasta; se requiere movimiento y presión y fricción para lograr suficiente alisado del policarbonato donde se encuentran esas rayas que desvían el láser más allá de cierta tolerancia e impiden una lectura correcta. Hay videos en YouTube que simplemente aplican pasta de dientes, dejan secar y luego lavan el disco. Con eso si acaso están dejando pequeños restos de pasta en las rayas (lo mismo que se logra aplicando cera o vaselina: una especie de "rellenado"). Como ya comenté en la entrada anterior, no recomiendo aplicar cera ni vaselina a un disco pues eso dificultará un verdadero lijado y pulido. Es probable que eso funcione cuando el disco simplemente está sucio, o si las rayas son tan mínimas que restos microscópicos de la sustancia aplicada son transparentes y alisan la superficie lo suficiente como para permitir que el láser funcione bien otra vez al pasar sobre esa raya ahora levemente rellenada. Esa técnica es entonces una especie de "reencauchado", pero dudo que ofrezca buenos resultados en general. En todo caso, eso no es pulir.
Pulir significa verdaderamente alisar una superficie a nivel microscópico, es algo que requiere abrasión, es decir, movimiento controlado y fricción bajo presión. Sobre todo bastante movimiento. Como descubrirá, pulir un disco hasta regresarlo a la transparencia es un reto para la fuerza y resistencia de nuestras manos.
En cuanto a líquidos abrasivos: hay pastas de dientes entre pastas de dientes, no todas son igualmente abrasivas. Aquí un ranking de pastas según qué tan abrasivas son. Normalmente las pastas blanqueadoras son las más abrasivas, pero cualquier pasta blanca (no gel transparente) debería funcionar de manera satisfactoria para nuestros fines. Los líquidos para pulir plata como el Brasso también nos sirven.
El mismo paño de pulido puede crear una diferencia más o menos perceptible en la velocidad de avance del pulido. El algodón es levemente abrasivo, se puede también iniciar el pulido con un cepillo de dientes suave, y también con un paño de microfibra, pero usar un cepilllo o microfibra en vez de algodón quizá resultará en un pulido de avance más lento.
Pulir se puede hacer a varias "velocidades" según la presión ejercida. Lo más suave es apenas deslizar muchas (muchísimas) veces el algodón o cepillo con pasta y agua sobre la superficie. Algo más efectivo es aplicar significativa presión (siempre de manera radial). Aplicar presión con un cepillo deja de ser práctico muy pronto, así que el verdadero pulido a presión se hace con un paño, ya sea de microfibra, o de algodón, untado con un poco del líquido abrasivo, y con movimiento radial, de adentro hacia afuera. Después de cada sesión de pulido se debe limpiar la superficie con agua o agua y un poco de lavaplatos, después secar bien con suavidad, usando servilletas absorbentes, o una toalla.
En el entrenamiento que sugerí conviene hacer lo siguiente al comienzo, justo después del lijado: trate de pulir primero sólo una mitad de toda la superficie, o incluso, trate de pulir lo que sería un pedazo de torta bien delgado, digamos de apenas un dedo de grueso. Con eso podrá comparar qué tanto se parece más esa parte a un espejo (luego de esa sesión de pulido) comparándola con el resto de la superficie de la torta, aún no pulida. Eso nos permite hacernos una idea de nuestra velocidad de avance y efectividad en el pulido. Si casi no hay diferencia es que el pulido ha sido muy poco efectivo. Entonces deberá aplicar un poco más de presión, o realizar el pulido por algo más de tiempo, o ambas cosas. Vuelva a comparar. Llegará un punto en el que la diferencia se notará claramente. Hacerse una idea de cuánto estamos avanzando es importante para estimar el tiempo total de pulido y no desalentarnos pensando que no estamos avanzando en absoluto o que nunca vamos a terminar. No es así.
El pulido no tiene más secreto que lo anterior: paciencia y repetición, perserverancia. Aplicar pasta, y cepillar o pulir con algodón siempre asegurándose de mantener el disco inmóvil con la otra mano, nunca moverlo sobre la servilleta y superficie dura y sólida sobre la cual debe estar trabajando (para proteger la etiqueta, sobre todo si se trata de un CD). Puede planificar pulir durante un minuto cada sector de un par de dedos de grueso. Siempre pulir en movimientos radiales, haciendo suficiente presión. Una vez que con esa estrategia termine un barrido completo sobre la superficie del disco, retirar el disco de la superficie de trabajo para lavarlo bajo un chorro de agua y luego secarlo cuidadosamente, y repetir el pulido si es necesario (muy probable). Tendrá que cambiar la servilleta absorbente sobre la cual trabaja cada vez que sea necesario. La acción de pulido desgarrará esa servilleta de vez en cuando, así que será obvio cuando tenga que cambiarla. Si el pulido está avanzando lentamente, puede también realizarlo con movimientos pequeños circulares, pero mejor hacer esto sólo al comienzo. Pulido de un disco óptico debe realizarse siempre con movimientos radiales.
Después de pulir toda la superficie del disco hasta que parezca satisfactorio, sólo hay que probar el disco una vez que esté lavado y bien seco. Si es un DVD y se logra ver otra vez el menú, pues ya hemos logrado un avance importante, pero no significa que el pulido ya está terminado. La mayor transparencia y apariencia de espejo aparecerá primero cerca del centro del disco, donde comienza la espiral de datos, pero tendrá que intentar ver la película entera y asegurarse que no se vean saltos sobre todo en la segunda mitad, final de la película, créditos, y en los extras que sean videos (no simples galerías de fotos), porque todo esto suele almacenarse más cerca de los bordes externos del disco, donde será más exigente lograr el mismo nivel de pulido. Cuando logre que todo eso se vea sin saltos del playback, entonces sí estará pulido el disco ya de manera satisfactoria en toda su superficie.
Estamos hablando de pulir plásticos, no metales, así que hay un componente de fragilidad en juego. Por un lado no es tan fácil pulir plástico con alta velocidad (e.g. máquinas) porque podría fácilmente fundir o deformar el plástico con el calor generado. Tampoco se puede pulir con demasiada presión pues podría crear deformaciones o roturas. Así que pulir plásticos casi que se presta más para pulitura "suave" y manual que pulir metales. Quiero comentar un ejemplo pertinente en cuanto a pulido de plásticos: un caso con lentes de prescripción, que también logré pulir a mano.
A unos lentes míos les cayó una vez un poco de pega-loca de secado ultrarrápido (a.k.a. cianoacrilato), y decidí reparar el problema puliéndolos hasta dejarlos otra vez perfectamente transparentes y funcionales. Pulir hasta rebajar la pegaloca por completo fue de hecho relativamente fácil, lo difícil fue después eliminar toda irregularidad a nivel microscópico. Resulta que estos lentes tenían cierta capa antirayas, y al limpiar (pulir) el cianoacrilato esa capa quedó comprometida por unas partes más que por otras, y dejaban el lente no perfectamente transparente, sino como levemente "sucio", con ciertas zonas que al reflejar luz se veían "multicolor" (las que tenían todavía algo de capa protectora) vs. otras completamente limpias que parecían de cristal puro. Eso significaba que debía pulirlos todavía más, muy levemente, como para eliminar esa capa por completo, sin rebajar demasiado como para cambiar la óptica/prescripción de manera perceptible. En este caso por supuesto nunca lijé, desde el comienzo simplemente pulí y pulí con cepillo suave y pasta, que las micropartículas hicieran su trabajo hasta eliminar esa capa por completo. Tuve que aplicar pasta de dientes y cepillar cada uno de los lentes en todas direcciones por unos dos-tres minutos sostenidos cada vez, y repetir eso unas ocho o diez veces. Así de resistente resultó esa capita antirayas. Luego de eso pulí con paño de algodón muy fino (de hecho especial para pulir) y Brasso, haciendo verdadera presión sobre el lente con el dedo gordo mientras con los otros dedos soportaba el lado cóncavo del lente (a diferencia de los discos que se pueden pulir sobre una superficie lisa y sólida, unos lentes tienen que pulirse a mano sobre los dedos, a falta de una superficie de apoyo idéntica a la forma del lado cóncavo del lente. Una próxima vez intentaré sobre masilla, pero esto de pulir lentes sólo lo he hecho una vez).
Cepillar dos o tres minutos de manera continua, y repetir eso unas ocho-diez veces puede parecer breve y fácil, pero no lo es. Los dedos se agotan al poco tiempo, y no es recomendable seguir puliendo con las manos agotadas. Debemos evitar no sólo lastimarnos, sino evitar dañar accidentalmente lo que estamos puliendo. En todo caso, después de todas esas repeticiones, los lentes quedaron por completo transparentes, sin restos de esa capa que creaba cierta discontinuidad visible en el reflejo de la superficie, sobre todo cerca del marco de los lentes. Por cierto la pintura del marco quedó intacta en apariencia. Esto da una idea de lo delgado que fue este pulido, pese a lo intenso y enérgico que aparentaba ser: rebajó la capa protectora de los lentes, sin lograr eliminar suficiente pintura del marco como para exponer metal.
Pulir unos lentes es mucho más crítico que pulir un DVD pues queremos transparencia absoluta, así que la superficie allí sí debe quedar sin irregularidades ni rayas visibles a nuestros ojos. En verdad no es tan crítico lograr un pulido así de perfecto en los discos ópticos. Antes de alcanzar ese punto ya se puede lograr una lectura y reproduccion perfecta de todo el contenido, sin errores. La lectura láser es sensible, pero tolera bastante bien rayas todavía visibles a simple vista siempre que sean lo suficientemente pequeñas (y sobre todo, siempre que no sean concéntricas).
Si pulió un DVD con el entrenamiento que describí más arriba, entonces podrá pulir un CD sin problemas, de hecho con mayor facilidad, pues el grado de pulido que requiere un CD es algo menor al de un DVD. Lo que sí requerirá un CD será mucho cuidado del lado de la etiqueta, tanto durante el pulido como al lavar y secar el disco.
Ahora, pese a todo lo anterior que es relativamente "fácil", vienen palabras mayores...
Cómo reparar un Blu-ray rayado
Me prestaron hace como un mes un Blu-ray que estaba rayado, la película era "Elysium". Yo muy ingenuamente ofrecí intentar repararlo alegando toda mi experiencia previa y exitosa puliendo CDs y DVDs (como comenté previamente: unos 20 discos en total, exceptuando tres CDs que de hecho tenían ya daño del lado de la etiqueta). Si el intento de reparar el Blu-ray fallaba, pues no se perdería mucho pues ya estaba rayado. Aceptaron con gusto.
Pulir un Bluray sería sólo un pulido más fino que para un DVD, pensaba yo. Sabía que la capa de datos es más densa, así que el disco tendría que ser pulido hasta un grado de transparencia/espejo superior al necesario para un DVD. Pero yo también había ya pulido muy finamente esos lentes míos quitándoles la pegaloca y la capa antirayas. "Sólo algo más de esfuerzo y paciencia que pulir un DVD, como con los lentes", pensaba yo.
Comencé haciendo exactamente lo mismo que siempre había hecho con CDs y DVDs: un lijado completo. Lijé *toda* la superficie del Blu-ray con una lija muy fina.
Craso error.
Señoras y señores, si tiene un Blu-ray a la mano, sosténgalo y vea como se refleja la luz del lado de los datos. Venere lo que tiene en frente porque es algo de verdad excepcional. Y no sólo porque tenga mucha más información con bits registrados en huequitos mucho más pequeños que los de un CD o DVD, por lo cual se requiere un láser especial violeta y no rojo. No, no es tan especial sólo por eso.
Recordará del post anterior que los CDs tienen la capa de datos muy cerca de la etiqueta, por lo cual son extremadamente delicados de ese lado. Los DVDs tienen los datos justo en medio de dos platos igualmente gruesos de policarbonato, por lo cual esos datos están allí mucho mejor protegidos que en los CDs, algo muy sensato. Los Blu-rays, sin embargo, tienen los datos casi justo inmediatamente debajo de la superficie por donde se leen, practicamente allí, exactamente a 0.1 mm de esa cara sin etiqueta. Pareciera una repetición de la debilidad/error de diseño en el lado etiqueta de los CDs, solo que en el lado de lectura. Resulta que esa cercanía a la superficie es necesaria en los Blu-ray para la distancia de enfoque y evitar difracciones de ese láser especial violeta, a su vez indispensable para poder leer esos huequitos tan pequeños y mucho más apiñados de un Blu-ray. Los datos de un Blu-ray están pues muy cerca de una de las caras por necesidad, como ocurrió cuando diseñaron el formato de los CD. Pero a diferencia de la vulnerabilidad en la etiqueta de un CD, los datos de un Blu-ray están muy pero muy bien protegidos. Y eso es parte de lo que hace ese Blu-ray que usted tiene en frente algo realmente excepcional: esa capa de 0.1 mm, perfectamente transparente, que protege físicamente la capa de datos de un Blu-ray, eso señoras y señores, a diferencia de lo que conforma todo DVD o CD, no es simple policarbonato. Esa capa está hecha de un material muy especial. Tan especial que de hecho es secreto (ver sección "Hard coating technology" en la entrada para Blu-ray de Wikipedia).
Cada fabricante de Blu-rays tiene su propia fórmula, pero en todo caso, la delgada capa transparente de 0.1mm que cubre los datos de todo Blu-ray es un material inventado y fabricado especialmente para que sea muy difícil rayarlo. Y cuando digo difícil, quiero decir muy pero muy muy difícil. Tan difícil que de hecho es por completo imposible pulir un Blu-ray con pasta de dientes o Brasso.
Al menos manualmente es imposible. No importa cuanta presión y repeticiones y esfuerzo se aplique. Que se los dice alguien que lo intentó. Intenté pulir una pedazo para comparar con el resto no pulido y así verificar avance, intenté repetidas veces, muchas veces, por varios días, pues mis dedos aguantan un límite de pulido por día, y lo intenté hasta el agotamiento incluso pese a realizarlo en días distintos tantas veces. Y después de todo eso, absolutamente cero diferencia. La protección antirayas de mis lentes de prescripción era un chiste comparado con esto.
En un Blu-ray la superficie puede ser lijada a mano con cualquier lija de metal 2000+, eso sí. Así que, pese a su propiedad fundamental de ser tan resistente a las rayas, puede lijarse. Pero pulirse con pasta de dientes o Brasso, olvídelo; es imposible. El material tan escaso que cubre los datos en todo Blu-ray es por completo inmune a la abrasión que pueden ocasionar las micropartículas de la pasta de dientes o de los líquidos para pulir plata. No importa cuanta presión aplique, ni qué paño utilice, ni cuántas veces repita el intento, tanto con pastas como con Brasso. Abrasión y pulido será = cero. La superficie que yo había estado intentando pulir durante ya días se veía idéntica al resto de la superficie lijada y aún no pulida del disco. Sáquese el sombrero ante los ingenieros involucrados en la creación de esta protección de todo Blu-ray. Es algo de verdad asombroso.
Mi historial exitoso de pulitura de discos ópticos había llegado a su fin (pensé por un par de días) y lo peor es que esto me ocurría justo cuando había ofrecido pulir un disco que no era mío. Final vergonzoso. Oh la humillación. Oh ley de Murphy... Recomendación general: no intente pulir un Blu-ray a mano. O al menos nunca lo lije, y sepa que lo que funciona para pulir CDs y DVDs puede no funcionar en absoluto para Blu-rays. En absoluto.
Tuve que investigar y por fortuna, pese a que es muy pero muy difícil pulir un Blu-ray a mano, no es imposible. El problema era cuestión de abrasividad y/o química, y la pasta de dientes o el brasso simplemente no dan la talla para este material en general secreto y super resistente que cubre esa cara de todos los Blu-rays.
Logré por fin un pulido leve (en apenas un sector del grueso de un dedo) sólo después de haber utilizado una pasta especial que conseguí en Conrad (una tienda de hobbies aquí en Alemania). La pasta tiene por nombre comercial "Disc Repair Ultra", en principio fabricada en Alemania, y específicamente indica que es "Para CDs y DVDs, y también funciona para Blu-rays". (!!!) Ese pequeño comentario al final representó toda la diferencia. El paquetico me costó €5.99, y trae una cantidad mínima de pasta: cinco gramos. Al menos trae también un paño de algodón muy bueno, especial para pulido realmente fino. Ni el paquetico ni la página web dicen nada en cuanto a la química de esa pasta. Es perfectamente blanca, y a diferencia de las pastas de dientes y de los líquidos para pulir plata, no huele a nada. El hecho es que sí funciona (aunque de todas maneras, con esfuerzo de presión y pulido triplicado, o más bien quintuplicado) para pulir ese material super resistente de los Blu-ray. Luego descubrí que ese mismo tubito de pasta es exactamente el mismo que distribuye Hama en su kit "Ultra Disc Repair Set for Blu-ray", que es algo más costoso, y que no trae un pañito de algodón sino de microfibra. Me parece más recomendable el kit de Conrad, no sólo por más barato sino en particular por ese excelente paño de algodón que trae.
De todas maneras, no se entusiasme demasiado. Esta pasta especial, tenga lo que tenga, "funciona" para pulir la capa super secreta y fuerte de los Blu-ray, pero funciona más lentamente que la pasta de dientes o el Brasso sobre el policarbonato normal de un DVD o CD. Así que el esfuerzo será significativamente mayor para lograr un pulido equivalente. Y debido al apiñamiento más denso de los datos en un Blu-ray, el pulido tiene que ser de hecho no equivalente sino más fino. Y en todo caso, es poca pasta, y no muy barata que se diga. De hecho tan poca que pensé no sería suficiente para pulir todo el Blu-ray, cuya superficie yo muy ingenuamente había ya lijado por completo siguiendo mi técnica de siempre, pese a que la zona rayada era claramente menor a un cuarto de la torta completa.
Me tomó varios días, un poco cada día, y puliendo por supuesto sectores pequeños, del ancho de apenas uno o dos dedos, aplicando nuevas gotas de la muy escasa pasta cada vez, y aplicando considerable presión. Después de un primer pulido completo de toda la superficie, cuando ya la zona cercana al centro del disco se veía completamente lisa y rayaduras mínimas apenas visibles, probé el disco, y todavía no se veía el menú. El player entonces no lograba leer todavía *nada* del disco, pese a que para un DVD ya parecería suficiente pulido, al menos cerca del centro. Así que tendría que pulir más, quizá bastante más. Cuánto más, estaría por verse. Puliendo un poco (más bien bastante) todos los días, sólo después de la primera semana ya cargaba por fin el menú, pero en los primeros tres o cuatro capítulos ya comenzaba a detenerse la reprodución. Sólo después de dos semanas y pico de enérgico pulido diario, el Blu-ray de verdad se veía como un espejo en su totalidad, y el playback resultó sin problemas en toda su extensión, hasta los créditos y extras.
Así que sí es posible, se puede no sólo reparar un Blu-ray rayado con la química adecuada, se puede incluso pulir un Blu-ray entero a mano. (Aquí cuando digo "pulir" me refiero a hacerle un resurfacing completo). Pero es algo que no pienso repetir. Las manos las tuve muy adoloridas todos esos días, y toda la semana siguiente. No sólo requiere una pasta de pulitura especial, requiere un esfuerzo considerablemente mayor que el necesario para pulir un DVD o CD. Esa capa protectora de los Blu-ray está colocada allí precisamente para resistirse al rayado, lo que significa que se resiste también, de manera particularmente endemoniada, al pulido. Por suerte un tubito de esta pasta sí resultó suficiente para pulir el Blu-ray completo. Al final quedó practicamente vacío, sin embargo.
Para cerrar, enumero aquí unas conclusiones:
1) Los CDs y DVDs se pueden pulir a mano con un esfuerzo leve o moderado, utilizando pasta de dientes y/o Brasso u otros líquidos similares para pulir plata. Si lo va a intentar, pruebe (entrénese) primero con una copia de un disco cualquiera que tenga en buen estado, preferiblemente un DVD, antes de intentar reparar un disco original que tenga dañado.
2) Los DVDs requieren un poco más de pulido que los CDs, pero los CDs son más delicados por tener el lado de la etiqueta tan vulnerable. Cualquier daño de ese lado en un CD que alcance la capa de datos (que está sumamente cerca de la etiqueta) será irreparable.
3) Cuando un CD o DVD presenta problemas de rayado, normalmente tiene rayaduras generalizadas sobre toda la superficie de lectura, y no siempre es obvio determinar cuáles son las más problemáticas. Por eso siempre recomiendo el lijado previo inicial completo, con lo cual se eliminan todas las rayaduras grandes, reemplazándolas por un rayado generalizado uniforme y muy fino (con lija de grado 2000 o mayor) que es relativamente fácil de pulir.
4) No confunda un kit de "limpieza" (cleaning) de discos con uno de "reparación" (scratch repair). Y si intenta eliminar una raya de un Blu-ray, no le funcionarán ni pastas de dientes ni líquidos para pulir plata, pese a que funcionan perfectamente bien para pulir el policarbonato de los CDs y DVDs. En tal caso asegúrese de que la pasta de pulido a utilizar explícitamente indique que funciona para Blu-rays, de lo contrario, es casi seguro que perderá su tiempo.
5) Un Blu-ray ya de fábrica, sépalo, está muy pero muy bien protegido contra rayaduras. De todas maneras, puede rayarse, y si se raya, precisamente por esa protección especial será muy (*muy*) difícil pulirlo a mano, aunque no imposible. El esfuerzo será muy superior al pulido manual de un CD o DVD, y como ya indica el punto anterior, requerirá pastas de pulido especiales que funcionen en Blu-rays. Lo mejor para reparar un Blu-ray rayado será entonces realizar un pulido exclusivamente local, sólo donde está(n) la(s) raya(s) visible(s), de hecho sin haber lijado absolutamente nada. (No se le ocurra en particular hacer ningún lijado previo completo de toda la superficie del disco como sigo recomendando para CDs o DVDs, y como hice yo con un Blu-ray antes de saber en lo que me estaba metiendo, pues multiplicará el esfuerzo de pulido, que ya es elevado, enormemente).
6) Todo el esfuerzo para pulir este Blu-ray, y resulta que esta película en particular era "Elysium", que me pareció muy mala. Tan mala que Jodie Foster (la villana), en general una tremenda actriz, parece estar sobre-actuando casi en todo momento, y varios otros actores (Matt Damon "héroe" protagonista entre ellos) también me dieron la impresión de estar sobre-actuando forzadamente en muchas escenas. Eso sin embargo en cuanto al contenido. Independientemente de las escenas en los bits de este disco particular, el disco físico en sí sigue siendo (vengo a descubrirlo gracias a toda esta experiencia) un logro tecnológico asombroso.
7) Quizá sólo intentando pulir un Blu-ray a mano se entenderá por qué insisto en esto (es decir, practicamente nadie entenderá esto, pero en fin). Mire su reflejo en un Blu-ray cualquiera. Si observa con detenimiento podrá comprobar que allí la capa de datos está mucho más cerca de la superficie de lectura que en un DVD o un CD, extremadamente cerca... Y sin embargo, esos datos ahora pueden lucir tan expuestos porque tienen un escudo muy singular. Cualquier disco Blu-ray es algo de verdad prodigioso, no sólo por la alta densidad de los bits que hay allí almacenados, sino por la extraordinaria resistencia de esa capa tan delgada que los protege. Es algo increíblemente bien logrado, tan excelente y admirable como una katana, cuyo acero tiene una resistencia también excepcional, y también con secretos. Pero en todo caso, sépalo: aunque en verdad sea algo muy difícil y laborioso, un Blu-ray, tal como el acero de las katanas, también puede pulirse a mano.