Monday, November 23, 2015

Crónica de un disco rayado (parte 1/2)



Hoy en día un CD o DVD se puede quemar y "ripear" con facilidad y a bajo costo, así que siempre que sea posible, lo más recomendable para cualquier disco preciado es crearle un respaldo cuando todavía está intacto, antes de que se raye. Pero al menos yo he tenido discos muy preciados ya dañados cuando todavía no los había podido respaldar, así que desde hace mucho tiempo he tenido una fuerte motivación para intentar eliminar rayas de mis CDs y DVDs, ya fuesen discos de música, de datos, películas, o videojuegos.

Si un disco óptico, CD, DVD o Blu-ray, tiene rayas que generan problemas de lectura, la idea básica es siempre reconstruir o "alisar" su superficie de modo que el lector láser respectivo funcione bien otra vez, sin errores o saltos. La técnica que yo siempre he utilizado es rebajar (literalmente lijar) la superficie entera del disco y luego pulirla de modo que las rayas se eliminan por completo o se reducen hasta que dejan de ser problemáticas para el lector respectivo. Hay técnicas menos "invasivas" como aplicar cera o vaselina para rellenar un poco los surcos y rayas. (Puede buscar en Youtube con variados resultados en cuanto a calidad de los instructivos). Eso puede en principio permitir que un láser realice una lectura que no lograba frente a la raya original, pero esos métodos no los he probado, y pienso que si funcionan será sólo para daños muy leves. En general no los recomiendo porque la presencia de cera o vaselina en la superficie del disco puede luego dificultar bastante un verdadero lijado y pulido.

Los únicos discos que nunca pude reparar fueron tres CDs de música que de hecho tenían daño en el lado de la etiqueta, y ese daño es irreparable (más sobre esto más adelante). Aparte de esos tres casos, todos los discos que he intentado reparar han resucitado por completo, incluyendo un Blu-ray que me prestaron rayado hace apenas semanas y logré pulir hasta que lució otra vez como un espejo y volvió a funcionar sin problemas; así que me gradué también reparando a mano un Blu-ray rayado. (Un Blu-ray rayado resultó un mostruo de dificultad en cuanto a pulido comparado con CDs o DVDs, más detalles al final al respecto). En total deben ser cerca de 20 discos los que he reparado, más de la mitad de ellos CDs de música o datos. Así que está usted leyendo el legado de un modesto experto en reparar de manera exitosa, y a mano, discos ópticos rayados.

Ya enumeré los pasos de mi método a muy grosso modo: primero lijar, después pulir. Tan sencillo como eso, en verdad eso es todo, señores. Bueno, algo como el chiste ese de cómo dibujar un caballo, un tanto simplista. Decidí escribir esta entrada precisamente para compatir en detalle cómo es mi proceso de reparación manual de un CD, DVD o Blu-ray rayado:

Paso 0: Preparación
Paso 1: Lijado
Paso 2: Pulido

Paso 0: Preparación
Se requieren los siguientes materiales:
-    Paño de microfibra pequeño
-    Hojas de papel absorbente
-    Una superficie completamente lisa y bien sólida sobre la cual trabajar
-    Lija muy fina, de grado 2000, 2500 o 3000
-    Líquido abrasivo: puede ser pasta de dientes blanca, o líquido  limpiador de plata y otros metales, como "Brasso" o "Poliboy" para plata.
-    Motas o pads de algodón (verdadero algodón, no poliester ni nada sintético), ya sea algodón de farmacia, o los pads que usan las damas para limpieza de cutis; también venden en algunas ferreterías paños de algodón muy fino especialmente para pulir.
-    Opcional: unos guantes de esos amarillos o verdes de limpieza doméstica.

En cuanto a las lijas: en Caracas recuerdo haber conseguido lijas muy finas, de grado 2000 y 2500, en ferreterías como Epa y/o Ferretotal, al menos en sus buenos tiempos. Esas lijas finas se usan mucho para reparaciones de latonería y pintura. En USA entiendo que se pueden conseguir lijas hasta de grado 3000 sin dificultad en cualquier ferretería grande como Home Depot o Lowes. En Alemania, sin embargo, en Ferreterías grandes (Obi, Bauhaus, Globus Baumarkt) y tiendas de hobbies y manualidades (Conrad, Knauber) sólo conseguí lijas hasta grado 1200, que ya es un tanto demasiado gruesa para nuestros fines aquí. Por suerte en Baumarkt, no sección lijas sino de pinturas, conseguí una esponja de pulido que no especifica grado, pero por cómo lija el policarbonato (probé con un CD-R) yo diría está cercana a grado 2000.

El líquido para pulir plata (Brasso y otras marcas) se consigue también facilmente en ferreterías. Para un principiante recomendaría probar primero con pasta de dientes blanca pues es mucho más fácil que ya tenga alguna en su casa, y además sospecho que es menos irritante para la piel que el Brasso. Por cierto he probado varias marcas de líquidos para pulir plata; aquí en alemania no hay Brasso, pero hay "Poliboy" y "Sidol". El líquido en todas esas marcas es casi idéntico, algo espeso y beige, y tienen el mismo olor característico, sospecho que usan fórmulas muy similares. Todas estas marcas venden una variante para pulir acero y/o cerámica, que tiene otra química, y al menos yo nunca he probado esas variantes. Quizá funcionan bien, pero quizá no; lo desconozco. Quizá alteran el policarbonato de los discos de manera inconveniente. En todo caso no he probado pulir discos con líquidos para pulir acero así que no los recomiendo. Recomiendo lo que sí he utilizado, que son la simple pasta de dientes, o líquidos para pulir plata y otros metales como cobre o bronce.

La superficie lisa y sólida es importante. No puede ser una superficie que se vaya a mover fácilmente, ni que ceda a la presión fuerte. Por ejemplo una madera delgada que pueda combarse (un escritorio endeble) no sería recomendable. Un granito o madera en tope de cocina sí sería adecuado, o el tope en un escritorio o mesa realmente sólido. También serviría un vidrio grueso de una mesa que sea realmente sólida. Pero tiene que ser una superficie lo suficientemente amplia y lisa por completo, sin irregularidades, y rígida, que no se mueva fácilmente. Si usa una superficie con irregularidades y aplica presión sobre el disco en esa superficie podrá crear fracturas o hasta romperlo. Así que la superficie de trabajo que sea sólida y firme, muy lisa, y lo suficientemente amplia.

Sobre esa superficie o mesa debe colocar una servilleta o papel absorbente grande, y sobre ese papel absorbente colocar el disco, con la etiqueta hacia abajo, es decir con la superficie de lectura, el lado plateado (y rayado) visible hacia nosotros. Recomiendo usar sólo una servilleta, pues si coloca dos, o un paño doblado, o una toalla, ya resulta una superficie demasiado mullida, y al aplicar presión sobre el disco en un punto (sobre todo durante el pulido) puede combarlo lo suficiente como para crear pequeñas fracturas fácilmente cerca del hueco en el centro del disco. Entonces sólo una servilleta o papel absorbente entre el disco y la superficie rígida debajo.

Lo último en cuanto a preparaciones es limpiar bien el disco en seco con un paño de microfibra. (También puede usar alcohol 99% isopropílico, o también etílico si es que lo consigue, pero en algunos lugares alcohol etílico "puro" es ilegal; en general es difícil de conseguir, y además es caro, por eso no incluí alcohol en la lista de preparación. Con un pañito de microfibra ya se puede lograr una limpieza en seco satisfactoria). Limpiar con calma y suavidad. La cara de datos del disco, pese a lo rayada que esté, debe lucir sin huellas digitales, ni grasa ni polvo, después de esta limpieza y antes de proceder al lijado.

Paso 1: Lijado
(Lijado aplica sólo para CDs y DVDs; para Blu-rays ver en detalle entrada siguiente en este  blog)

Los guantes los he usado para pulir, pero no para lijar, así que en este paso no recomiendo guantes.

Con la servilleta sobre la superficie sólida y lisa, y con el disco ya limpio sobre esa servilleta, (etiqueta en contacto con la servilleta) tendremos entonces a la vista la cara rayada del disco. Con la lija fina procederemos a lijar suavemente toda la superficie del disco. Apenas el deslizar la lija sobre el policarbonato creará infinidad de nuevas rayaduras pequeñísimas, pero la idea es crear muchas de esas pequeñas rayaduras, de hecho tantas que en toda la superficie del disco ningún pedacito servirá ya de espejo. Eso lo haremos progresivamente y en varios barridos completos de lijado suave, tantos como veamos que son necesarios, hasta hacer desaparecer los arañazos originales. Eso sólo ocurrirá luego de un lijado uniforme lo suficientemente profundo, tan profundo como la raya más profunda que tenga el disco.

Con una mano se sujeta el disco con fuerza sobre la servilleta, de modo que no se mueva, y con la otra vamos pasando la lija preferiblemente por zonas o sectores, con movimientos pequeños circulares. Se lija una sección de digamos 45°, se detiene el movimiento, se libera presión sobre el disco y servilleta, se rota el conjunto disco+servilleta lo necesario, se vuelve a sujetar e inmovilizar el conjunto con una mano, y se sigue lijando el sector justo al lado del último lijado, así hasta lijar toda la superficie. Luego revisar qué tanto se ven todavía las rayas originales; si todavía se ven, repetir y volver a revisar; los arañazos originales deberían notarse progresivamente menos luego de cada uno de estos barridos de la lija sobre la superficie. Aplicar un poco de presión (pero nunca demasiada) si es obvio que las rayas originales son mucho más profundas que el lijado que estamos realizando, pero siempre ir poco a poco, hasta lograr que las rayas originales se desvanezcan.

Lijar con lijas tan finas como 2000+ tiene su técnica porque en poco tiempo la lija se "llena" con polvo del material lijado y ya no lija igual. Se puede ir cambiando el pedazo de lija que está en contacto con el disco, o también podemos lavarlas con agua (revisar que sean lavables, las que yo he usado lo son) después de cada barrido, cepillándolas un poco con cepillo de dientes o de uñas para eliminar los depósitos del polvo de policarbonato. Una lija con agua, tómese en cuenta, tiene un grado de lijado un poco más fino que el original, lo cual es muy conveniente tener en cuenta para el lijado final.

Lijar sólo donde están los peores surcos es una opción factible siempre que estén claramente localizados en una o muy pocas zonas. Eso al menos reduciría el esfuerzo posterior de pulido, pero puede ser frustrante eliminar ciertos daños y después probar y descubrir que el disco sigue dando problemas de lectura. En general yo siempre he reparado discos lijando absolutamente toda la superficie del disco de la manera más uniforme posible hasta que se desvanecen todas las rayas originales, no lijando sólo las zonas donde están las rayas más evidentes.

Una vez que el lijado "borre" los arañazos originales, volvemos a hacer un lijado *muy suave* sobre toda la superficie del disco, pero de manera estrictamente radial, es decir, desde el centro hacia los bordes externos del disco. Esto podemos hacerlo un par de veces, para reducir las trazas concéntricas que haya podido dejar el lijado general previo. Las rayas "concéntricas" (circulares o algo alineadas a cualquier círculo con el mismo centro que tiene el CD) son las más problemáticas para los lectores láser. Una raya "radial" (que vaya del centro hacia el borde del CD, como los rayos de una rueda de bicicleta) son mucho menos problemáticas. Por eso nunca debemos lijar ni pulir con movimientos circulares grandes que giren a todo lo largo de la superficie del CD. El lijado general (todos siempre muy suaves y progresivos) se puede ir haciendo con movimientos circulares pero pequeños por zona, y el lijado final debe hacerse radialmente.

Después del lijado final conviene otra vez limpiar bien el disco, ahora no con microfibra sino con agua (temperatura ambiente) y una gota de lavaplatos que aplicamos con un dedo sobre toda la superficie, luego dejamos que el chorro de agua se lleve todos los residuos. Aquí se puede usar también un cepillo de dientes suave, desplazándolo siempre en sentido radial, del centro a la periferia. Secar el disco debe hacerse siempre con mucho cuidado (sobre todo para CDs) dejando que un paño o servilleta absorba el agua, sin restregar la etiqueta. Conviene aquí detallar algo muy importante respecto a las etiquetas de los CDs.

Si el disco que estamos reparando es un DVD no hay problema con la etiqueta porque los inventores del formato DVD decidieron poner la capa metálica donde están los datos entre dos capas igualmente gruesas del fuerte policarbonato. Así que si dañamos la etiqueta de un DVD, es muy probable que no le pase nada a los datos. Eso es con DVDs, que se inventaron no pocos años después del formato CD. Lamentablemente, por las razones técnicas que sean (principalmente distancia de enfoque para el láser, y a mi modo de ver, algo de poca previsión de los ingenieros), los creadores del formato CD pusieron la capa de datos prácticamente al fondo del CD, es decir, justo al lado de la etiqueta. Podemos lijar tranquilamente la superficie por donde se leen los CDs sin miedo alguno, porque la capa de datos está relativamente lejos, de hecho del otro lado de todo el grueso policarbonato del CD. Pero el miedo con los CDs está precisamente del lado de la etiqueta porque la capa de datos está sumamente cerca, adyacente a la misma. Aquí una imagen donde se ven las diferencias estructurales entre CDs, DVDs y Blu-rays:

Véase el lado izquierdo del diagrama, allí está un CD visto de lado tal como lo tenemos sobre la servilleta. La capa de datos es la línea negra gruesa oscura, que esté en el mero fondo del CD, en la parte de abajo, justo detrás de la etiqueta. Por eso es tan importante lo de usar una servilleta entre disco y mesa, y tratar de no mover el disco sobre esa servilleta y mesa cuando lijamos o pulimos, y que la superficie de trabajo sea completamente lisa y muy firme, etc. etc.: todo eso es en buena medida para no amenazar el lado de la etiqueta si se trata de un CD, pues ése es el punto más delicado y frágil del disco. De nuevo, con DVDs o Blurays no hay casi riesgo al respecto, pero con CDs es sumamente peligroso ocasionar el más mínimo daño del lado de la etiqueta. Parece algo absurdo que los creadores del estándar CD dejaran semejante talón de Aquiles tan obvio en el formato, pero lo dejaron. Por ello siempre es recomendable respaldar o "ripear" sus CDs, y si usted tiene algún CD que aprecia de manera particular, además de copiarlo/ripearlo es recomendable colocarle una etiqueta transparente o traslúcida que cubra todo el lado de la etiqueta original, por pura protección física de ese lado tan vulnerable. (Esa colocación en sí misma debe hacerse con cuidado, sin embargo).

En resumen, si la cara de lectura de un disco óptico se raya, se puede intentar su reparación como aquí describo, pero si se trata de un CD y el daño es del lado de la etiqueta, olvídelo; el CD en ese caso no está simplemente rayado, se perdieron pedazos de la capa metálica donde se refleja el láser (donde están grabados los bits), y ese daño es irreparable. Cualquier abolladura o raya del lado de la etiqueta de un CD es pues sumamente probable que afecte la capa de datos, y eso es casi siempre catastrófico. Por suerte, en un DVD o Bluray un daño del lado de la etiqueta en general no debería ser catastrófico porque la capa de datos está por diseño sensatamente bien protegida por ambos lados. El Blu-ray en el diagrama parece tener el mismo talón de Aquiles que los CDs, sólo que del lado sin etiqueta, pero en verdad no es así. Más al respecto más adelante.

Para verificar si un CD tiene daños del lado de la etiqueta basta con ponerlo entre nuestros ojos y una lámpara encendida, con la etiqueta de cara a la lámpara. Si vemos puntos de luz a través de la capa metálica reflectante (donde están los datos) significa que hay daños irreparables en el otro lado, en la cara de la etiqueta. La supervivencia del estándar CD está algo cuestionada hoy en día y pienso que la razón principal de su extinción debería ser no la aparición de estándares de mucha mayor densidad (DVD o Bluray), ni la aparición de formatos de audio digital con mayor frecuencia de muestreo y/o más bits por muestreo, ni el abaratamiento de los pendrives y discos duros de estado sólido, sino este talón de Aquiles tan grave como lo es la fragilidad del lado de la etiqueta.

Paso 2: Pulido
Aunque usted no lo crea, el lijado que acabamos de hacer es el paso más sencillo. Después del lijado no deben notarse los arañazos originales, y ya no tendremos que volver a lijar, ya sabemos que rebajamos la superficie del disco al nivel necesario. Pero ahora todo está rayado muy uniformemente, con rayas pequenísimas. No hay ninguna zona del disco que nos refleje como un espejo, así que ahora no se puede leer ni un solo bit. El disco está ahora literalmente inservible en toda su superficie, en cierta forma peor que al comienzo. Pero eso es hasta que lo pulamos, claro está.

El pulido es de hecho también un lijado, sólo que mucho más fino, tan fino que la superficie del disco se vuelve lo suficientemente lisa y transparente como para que pueda ser otra vez leído sin problemas por un lector láser. El pulido es mucho más trabajoso y delicado que el lijado, sobre todo porque requiere presión y el uso de líquidos abrasivos. Al mismo tiempo que requiere más esfuerzo físico, requiere mayor cuidado y atención para no dañar accidentalmente el disco.

Entre los verdaderos maestros del pulido manual están los que pulen el acero de las katanas, las famosas espadas japonesas de los samurai. Pulir a mano un disco óptico es una versión algo mundana de ese mismo arte, pero es el mismo proceso: pulir a mano. La esencia de reparar un disco óptico rayado está en pulirlo lo suficientemente bien, rebajando progresivamente todo el esmerilado cuasi-microscópico creado por el lijado anterior, de manera tal que el láser lo traspase y alcance el bit que le corresponde y se refleje sin problemas. Eso significa que debemos pulir toda esas irregularidades que ahora muestra la superficie del disco hasta que sea lo más lisa y transparente posible, lo más parecida a la del disco cuando era nuevo. Si logremos que el disco pulido se vea otra vez como el original (es decir, como un espejo), ya estará obviamente reparado. Pero de hecho, puede que funcione perfectamente y pueda ser leído sin problemas por el láser antes de que logremos ese pulido perfecto.

Pero esta entrada ya se alargó demasiado. Detalles del pulido, y la crónica misma de la reparación exitosa de un Blu-ray (cosa que de verdad es híper difícil) quedan pendientes para la próxima entrada.

1 comment:

Samuel said...

Excelente tutorial, lo voy a poner en práctica en algunos cds antiguos, que parecen una hoja cuadriculada.